jueves, 29 de enero de 2015

POR JURADOS (Eduardo de Palacio)

–El delincuente es un infeliz.
–¿Cómo puede ser eso?
–¡Dios nos libre de una mala lengua y de una mala voluntad!
–Y de un mal parto.
–Eso a ellas.
–Pues eso digo.
–Figúrese usted que se trata de un hombre de bien, según dice un testigo descargado.
–¿Descargado? Será «de  descargo».
–Justamente. El reo es un hombre de bien que mató a dos compañeros en beneficio o en defensa propia.
–¡Ya!
–Uno estaba durmiendo, cuando le mató el susodicho delincuente y otro alcoholizado.
–¿Usted conoce el hecho?
–Me lo ha referido un testigo…
–¿De descargo?
–¿Usted ha sido jurado otra vez?
–Sí, señor, por desgracia.
–¿Por desgracia? Es uno de los derechos del hombre más preciosos.
–Después del de pataleo.
–Para los reaccionarios, no.
–¡Ya Apareció aquello. ¡Un derecho que se ejerce bajo la amenaza de una multa de 50 a 500 pesetas! Es como si llevaran al elector atado codo con codo a ejercitar su derecho.
–Como esto de citar a uno para las doce de la mañana y tenerle aquí hasta las dos o las tres; y luego, que faltan jurados o que no le toca a uno en el sorteo, o que queda de suplente y no cobra dietas que es lo peor.
–Eso, lo de las dietas.
–Yo que dejo a aquella sola con tres muchachos!
–¡Qué atrocidad! ¿Aquella?...
–Sí, mi esposa. Y la casa abierta; es claro.
–¿Además?
Como que en buena hora lo diga; en mi casa hay mucho movimiento.
–Ya se ve.
Una casa de comidas y bebidas.
¿Nada más?
–¿Le parece a usted poco? Pero todo lo sacrifico gustoso, por el ejercicio  de ese derecho
–A mí lo que me molesta es que no paguen las dietas con puntualidad.
–Es una ayuda del Jurado.
–Son varias ayudas, para el hombre que tiene otras ocupaciones, aparte de la judicatura espontanea.
En otro grupo, otros tres o cuatro jueces de vecindad aguardan la hora de entrar en funciones.
Pasa un magistrado por el claustro y dice, de pasada, a un portero:
–Enchiqueren ustedes a esos que dificultan el paso.
–Señores – pregunta un alguacil: –¿ustedes son jurados?
–A eso venimos – responde uno.
–Pues adentro, adentro, que no se puede estar en la galería…
Entran los jueces legos en la antesala de la sesión.
Algunas horas después se presenta el secretario correspondiente, saluda o no, conforme a sus teorías y prácticas sociales, cuenta las cabezas «judicaturables» o «judicaricaturables», y si no hay número suficiente, se retira; y, si le hay pasa lista y adentro todos.
Cuadro segundo.
Allí están sentados los tres señores magistrados del Tribunal de derecho.
Los «voluntarios» o futuros jurados y los excedentes se sientan en los primeros bancos del salón: filas sin numeración, pero de preferencia.
Suena la campanilla, se abre la puerta para el público aficionado y de abono, y empieza la vista, previos sorteos de jurado y colocación de los mismos a los lados del Tribunal de derecho.
Acusado, defensor, fiscal, acusador privado, secretario, alguacil, magistrados, coro de jueces caseros, publico de ambos sexos, acompañamiento.
Señores jurados, ¿juráis decir verdad y con arreglo a vuestra conciencia?...
–Juramos.
–Pues, de dos en dos, poneos de manos y jurad por los Evangelios.
Un jurispeta a otro jurispeta en voz baja:
–¿Por qué nos tuteará el presidente? ¡Juráis, juráis! Bien pudiera decir: «¿Juran ustedes?» o «Juran usías» que al fin somos compañeros en el ramo, aunque sea inconscientemente; digo, casualmente.
***
Por lo demás el delincuente declara que fue el autor del arreglo; digámoslo así, de un francés y de un indígena por resentimientos en el juego del tute, y cuando ambos dormían las tajadas, cada cual la suya.
Por lo cual el fiscal pedía la pena de muerte y «accesorias».
La defensa solicitaba la absolución libre del inocente.
***
Apoteosis.
Aparece el jurado «deliberreando»- Y el Presidente.- Hay que tener en cuenta que no hubo alevosía ni nocturnidad, porque el hecho ocurrió en pleno día.
–Y que fue en defensa propia.
Toma! Pues si los otros dos están serenos y armados y le sorprenden dormido le «asan».
–Ya lo creo. Se ha confesado autor del hecho: esto es lo malo.
–No importa; el hombre no ha robado, que es lo que debemos nosotros castigar. Aunque sea por valor de un perro chico: lo demás…
–Eso, que yo tengo establecimientos y dependientes.
–Y yo idem de lienzo.
–Con que ¿estamos todos autónomos?–preguntaba un presidente que a mí me tocó «por suerte».
–Todos.
–Bueno, respondamos homogéneos a las preguntas.
Primera: «Benino Truchuela y Borrego, alias Papalina, fue el que en el día… de tal mes, de tal año, asesinó  a… y a…?» Nosotros respondemos.- «No».
Segunda- lee  el presidente: – «Los difuntos ¿habían provocado al Benino?... etc.». Esto es claro: dos hombres beodos provocan involuntariamente a cualquiera. «Sí».
–Y luego que cuesta trabajo cobrar las dietas por la representación. ¡Duro, duro!
–Eso. Tercera: «El Benino ¿estaba bebido cuando cometió el delito, caso de que lo cometiera?– «Sí».
Cuarta: La navaja con que se cometió el doble crimen ¿era de propiedad de Benino? – «No».
Quinta: «¿Estuvieron juntos el día de autos Benino y los dos muertos? » «“No».
Sexta: «El procesado ¿tenía resentimientos con los interfectos?»
–Poco a poco: aquí tenemos que decir que sí; porque ya hemos dicho «No» tres veces.
–¿Y es esto acaso juego de preguntas?
***
Pues a la calle fue Benino o Benigno.
Váyase por otro que ya va a presidio por cuatro años, por hurto de un par de huevos, no fritos, siquiera.
Se ha dado caso.

EDUARDO DE PALACIO.
(Diario de Pontevedra, 19 de junio de 1897)

El autor: Eduardo de Palacio nace en Málaga, pero vivió toda su vida en Madrid en donde desarrolla toda su carrera literaria. No se sabe a ciencia cierta cuando nació, pero ya en 1865 se tiene constancia de que es contertulio del Liceo Lope de Vega de Madrid y participa tamibén en la revista del mismo nombre. Sus artículos eran excelentes y dominaba muy bien el género festivo y sobre todo el tema taurino del cual era un gran aficionado. Firmaba sus  artículos taurinos con el seudónimo de "Sentimientos". Escribió dramas entre los que destacan Callos y caracoles, La poer enfermedad, El sargento de Utrera, Los forasteros,  y La Fiesta del santo. (Fuente: http://malagapersonajes.blogspot.com.es)